domingo, 30 de noviembre de 2008

¡Venga Tu Reino!


Es trágico que la mayoría de las principales denominaciones – Católico Romana y Protestante – abracen una escatología (“estudio de las últimas cosas”) que es amilenial: un enfoque que no visiona un reinado literal de Cristo sobre el Trono de David en el Planeta Tierra.

Mientras que hay muchos, incluso defendibles, enfoques diferentes con respecto a los muchos aspectos de las profecías de los tiempos del fin; esta divergencia básica – la negación de un Milenio literal – es particularmente peligrosa ya que pareciera ser un ataque ¡contra el mismo carácter de Dios! Hace violencia a Sus numerosas y explícitas promesas y compromisos que impregnan tanto el Antiguo como el Nuevo Testamentos.

El AT está repleto con compromisos para un Mesías literal que gobierna definitivamente el mundo a través de Israel desde Su trono en Jerusalén. Hay al menos 1,845 referencias en el AT y 17 libros le dan prominencia al evento. Las antiguas aspiraciones rabínicas estaban dominadas por él. De hecho, esta obsesión obscureció su reconocimiento del Mesías cuando hizo Su aparición inicial.

Hay al menos 318 referencias en 216 capítulos del NT y 23 de sus 27 libros le dan prominencia al evento. La iglesia primitiva aguardaba largamente por Su retorno prometido como su “Esperanza Bienaventurada”, para librar a su mundo desesperado de sus gobernantes malvados.

¿Cómo y cuándo inició este escepticismo conocido como “Amilenialismo”?

Orígenes

Piadoso, popular y persuasivo, Orígenes permanece como una de las grandes figuras de la iglesia del tercer siglo. Incluso a la edad de 18, se ubicó espectacularmente bien como un maestro en Alejandría (En obediencia equivocada a Mateo 19:12, se emasculó a sí mismo, de lo cual luego se arrepintió) Luego, como un prolífico escritor basado en Cesarea, su obra De Principiis, puso sistemáticamente la doctrina cristiana en términos del pensamiento helénico y estableció el patrón para la mayor parte de los pensamientos teológicos subsecuentes por muchos años. Sin embargo sus numerosos sermones y comentarios también establecieron trágicamente un patrón extremo de alegorización de las Escrituras, el cual influiría fuertemente en Agustín en los años subsecuentes.Agustín

Agustín, el Obispo de Hipona (354-430 EC), fue uno de los líderes más influyentes de la iglesia Occidental, el cual vivió durante los días turbulentos de la desintegración del Imperio Romano. Tenía una vida sensual y disoluta, pero, siguiendo una dramática conversión, experimentó un cambio total de carácter. En el año 391 fue ordenado sacerdote en África del Norte y cuatro años más tarde fue elevado a Obispo de Hipona. Se embarcó en una carrera de escritor y sus extensos escritos doctrinales afectaron profundamente a la Iglesia Católica Romana Medieval. El escrito más elaborado de Agustín, La Ciudad de Dios, fue escrito mientras el Imperio yacía desmoronado bajo el asedio de tribus medio civilizadas. Describió a la Iglesia como un nuevo orden cívico en el medio de las ruinas del Imperio Romano. Agustín murió mientras los vándalos estaban sitiando las mismas puertas de Hipona en el año 430 EC.

Aunque sus escritos derrotaron efectivamente a un número de herejías que emergían en esos tiempos turbulentos, las influencias alegorizantes de Orígenes dejaron en su estela una escatología amilenial. ¡Cómo la Iglesia se había convertido cada vez más en un instrumento del estado, no era políticamente conveniente esperar un retorno literal de Cristo para librar al mundo de sus gobernantes malvados! La repostura alegórica de esos pasajes era más “políticamente correcta”


El déficit de la Reforma

Mil años más tarde, bajo la influencia de Martín Lutero y otros, la Reforma trajo un retorno intensivo a la autoridad de las Escrituras lo cual, a su vez, resultó en la reforma subsecuente en la soteriología (el estudio de la salvación) con su énfasis en la salvación sólo por fe. Muchos fueron quemados voluntariamente quemados en la hoguera por su compromiso a una perspectiva bíblica. Sin embargo, una de las deficiencias desafortunadas de la Reforma fue que falló en reexaminar también la escatología de la Iglesia Medieval a la luz de las Escrituras. Así, la alquimia alegorizante de Orígenes, institucionalizada por Agustín, dejó una negación del Milenio que todavía continúa impregnando las doctrinas de la mayoría de las denominaciones Protestantes actuales.

De Agustín a Auschwitz

Uno de los aspectos derivados de una perspectiva amilenial es que niega el papel futuro de Israel en los planes de Dios. Esto también conduce a una “teología del reemplazo” en la cual la Iglesia es vista como el reemplazo de Israel en el programa de Dios para la humanidad. Además de forzar una alegorización de muchos pasajes clave de las Escritura, esto también condujo a la tragedia del Holocausto en Europa. La responsabilidad por los seis millones de judíos que fueron asesinados sistemáticamente en los campos de concentración tiene que incluir a los púlpitos silenciosos que habían abrazado esta escatología herética y su compañero, el antisemitismo. El compromiso explícito y condicional de Dios de la tierra de Israel hacia los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob es el mismo asunto que está siendo desafiado hoy en día por el mundo. Y la resurgencia del amilenialismo y sus doctrinas acompañantes, están preparando nuevamente el escenario para el próximo holocausto.

Realidad del Milenio


Para alguien que toma la Biblia seriamente, los compromisos explícitos del Dios de Abraham, Isaac y Jacob que el Mesías regiría literalmente desde Sion, no pueden ser ignorados o minimizados. Sin embargo, al mismo tiempo, cuanto más aprendemos acerca del Milenio, cuantas más preguntas surgen.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe
Artículo original:
Thy Kingdom Come

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Buen artículo!
Hay que hablar de esto
¡Maranatha!

David López-Cepero dijo...

Así es Donald, hay demasiada gente preocupada hoy día en llenarse los bolsillos, y ni siquiera se preocupan por estudiar estos temas...

Saludos

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